martes, 15 de mayo de 2012

Inauguración de calle Pepe Bravo


Desde que yo conozco la casa de Pepe Bravo, ha tenido por entrada un callejón de tierra, en el que más de un coche se ha dado algún que otro arañazo cuando pasaba demasiado cerca de las piedras que se apilaban a ambos lados de la misma. Eran piedras traídas desde la sierra, piedras cuidadas con  esmero, y que un buen día fueron por fin colocadas en el jardín, para resaltar jardines y suelos.
Y es que la casa es grande, y con muchos proyectos empezados, esperando la aportación de quien vaya a participar en los mismos.
Y llegó el momento de la calle. Todo…espera su momento, y hoy después de mucho tiempo le ha tocado a nuestra calle. Y digo nuestra calle con la boca grande porque todos, sin obviar a nadie han aportado su granito de arena. Es cierto que algunos más que otros y otros más que unos, pero finalmente ha llegado el momento culmen.
La guinda del pastel ha sido cuando colocaron el rótulo de “proyecto de pepe Bravo”, sobre el viejo portón restaurado. A partir de ahí, se cortó la cinta de la inauguración, para luego celebrarlo con refrescos, altramuces y helados de todos los sabores. Bien se lo tienen merecido aquellos que han dejado sus sudores en el hormigón. Mientras tanto van apareciendo instrumentos de música: cajas, guitarras, voces cantando……. Y entre todos se va amenizando la fiesta, y nada mejor para hacerlo que el suelo recién echado (aunque ya fraguado jajajaj), para sentarse sobre él y compartir de esta manera un momento único.

Ha sido un trabajo precioso, a través del cual intentamos dignificar nuestra casa. En más de una ocasión he visto cómo algunas personas que llegaban a conocer el proyecto se daban la vuelta cuando veían el aspecto que el edificio tenía por fuera. Era una de las nuevas obras que debíamos acometer.
Así que ¡todos a una!, como suele decirse:
-Para los materiales: compras a plazos, donaciones de particulares, reciclaje de materiales.

-Para el trabajo de la obra: La dirección la ha llevado Antonio (voluntario de la casa), con la participación de algunos jóvenes de la casa (Antonio y Kaiss),  además de los trabajadores del Centro Especial de Empleo (Jesús, Antonio y Francisco Manuel).

-El diseño ha sido en gran parte, el trabajo de Pascual que además de decorar las paredes con sus trabajos de cerámica, cuida las formas que irá recogiendo el suelo..

Y como resultado, un callejón…….vestido y transformado por ideas, iniciativas, y esfuerzos, para el interés de todos.


jueves, 10 de mayo de 2012

Un proyecto de locos utópicos en un mundo de cuerdos perdidos


Lo que sigue son impresiones personales que quiero compartir con quien quiera leerlas. Conocí a Pepe y Mariló, los promotores de Arte de mis manos, Al-Andalus S.L.L., una mañana fría de febrero de 2007. Pepe, embutido en su característico mono azul, me dejó entrever desde ese primer encuentro su espíritu inconformista. Uno, que de mayor quiere ser librepensador y es algo rebelde, recordó de inmediato al verle a un viejo soñador, un viejo amigo que me ayudó a ver las cosas de este mundo un poco más claramente, hace años. Mariló, desde ese primer contacto, me transmitió su ilusión por el proyecto de la manera tan personal como solo ella sabe hacerlo. Es muy difícil no contagiarse de esa ilusión y no verse uno al final como parte de este viaje hacia la utopía.
Con los años uno se da cuenta que la teoría sobre planes de viabilidad ó planes económicos financieros aprendida en la Universidad puede ser papel mojado. Reflexionemos sobre la filosofía de este proyecto y comprenderéis lo que quiero decir: la Fundación Escuela de Solidaridad ha venido dando acogida desde hace ya bastantes años en sus Casas de Granada y Alozaina a personas en riesgo o directamente en grave situación de exclusión social: inmigrantes, exreclusos, enfermos mentales, personas que han sufrido graves situaciones de drogadicción, exprostitutas, personas maltratadas por padres/madres o familiares, todas ellas personas necesitadas del calor de un hogar. Muchas veces, casi siempre, esos hombres y mujeres acogidos reunían varias de estas condiciones: cuando se llega al pozo de la desesperación más absoluta los problemas suelen multiplicarse de forma exponencial. 
Arte de mis manos, Al-Andalus S.L.L. se ideó como complemento de la Fundación. Tenía que ser parte de la terapia emprendida por los voluntarios de la misma para posibilitar una recuperación integral de los acogidos. Debía servir para dar empleo a estas personas y que coadyuvara en un futuro en la inserción del mayor número de trabajadores en el mercado laboral normalizado. 
El problema surge cuando en la práctica la productividad de esta empresa no tiene nada que ver con una entidad ordinaria. ¿Qué empresa aceptaría que un trabajador/a de repente parara la producción y decidiera permanecer acostado dos días seguidos? ¿O fijarse en un punto de la pared con la mirada perdida tres horas? ¿Cómo plasmar en un plan de viabilidad como valor intangible una ilusión inmensa por compensar los problemas derivados de tener una plantilla que realiza en un día dos productos terminados “A” cuando en una empresa ordinaria acaban trece? Mucha tiene que ser esa ilusión cuando además las piedras en el camino en forma de problemas burocráticos, vitales o existenciales se han venido sucediendo con relativa frecuencia.
Mi trabajo consiste en dar asesoramiento a promotores de proyectos empresariales o autónomos. Arte de mis manos empezó siendo una empresa  que, como otras, requería mis servicios como técnico, pero poco a poco me he sentido inevitablemente como parte del proyecto; junto a decenas, cientos de personas. Mariló y Pepe no han sido “usuarios”, sino amigos. De esos a los que dejas los pájaros cuando te vas de viaje, o a los que les pides que te dejen el gato hidráulico porque tienes que cambiar las ruedas de la caravana. Algo que voy a  compartir con vosotros: la última vez que hablé con Pepe por teléfono fue para preguntarle cómo usar cierto elemento del gato hidráulico que me prestó. Uno es un poco torpe para estas cosas, ¡qué le vamos a hacer! Él me lo explicó con la amabilidad que le caracterizaba. No lo sabía, pero en ese momento estaba en la habitación del hospital y era consciente de que el final se acercaba.   
Desde hace poco más de un año trabajo en una localidad a 80 kilómetros de Alozaina. En la mesa de mi oficina tengo el último trabajo de Pepe en vida: una rosa de forja en una peana de madera que le encargamos como obsequio en la IV Gymkhana de jóvenes emprendedores, una actividad que hemos venido haciendo en colaboración con el Instituto de Alozaina y el Ayuntamiento. Se puede leer “IV Gymkhana por el empleo. Alozaina, 2 de junio de 2010”. El lema elegido ese año era en cierto modo premonitorio: “Abrir a la vida”. Los jóvenes estudiantes están iniciando el camino de su propia vida.
Pepe murió. Al menos, eso dicen. Tengo mis dudas, porque pienso que a su manera él sigue estando allí, dando consejos y tomando esos desayunos de pan con aceite y malta en la Casa. Intuyo que a través de él Mariló obtiene fuerzas suplementarias para seguir adelante con un proyecto de locos utópicos en un mundo de cuerdos demasiado perdidos. 
La crisis por desgracia se ha cebado con demasiados proyectos vitales, con muchas ilusiones. Por fortuna, Arte de mis manos, Al-Andalus S.L.L., una empresa por la que pocos apostaban, sigue en pie. La ilusión de miles de personas la sostiene. 

Antonio Godoy Romero.

lunes, 7 de mayo de 2012

De comida en Casa Pepe Bravo

Ayer tuvimos la suerte de poder acoger a 50 comensales en una comida organizada por un grupo de amigos de Vélez-Málaga. Fue un día gozoso, no sólo por la alegría y vida que respiraba la casa, sino porque estas visitas sirven para generar dinámicas muy positivas en la preparación y atención a los visitantes. Os reproducimos, las reflexiones que uno de nuestros visitantes nos acaba de hacer llegar:

"Ayer comimos en un oasis. A pesar de lo complicado de la fecha, por las comuniones y el día de la madre, abarrotamos el enorme salón-museo de la Casa de Pepe Bravo en Alozaina. Y digo que comimos en un oasis, porque con los tiempos que corren, es raro encontrar momentos y sitios en los que la crisis, el dinero o el trabajo no lo centralicen todo.
Ayer no. Ayer sólo se oían las risas de los muchos niños "correteando" por el jardín jugando con el cachorrillo de la casa. Se hablaba de personas que lo han dado todo para ayudar al prójimo y acoger a personas que habían recobrado un futuro. Se hablaba de voluntarios dedicados a crear talleres para la socialización de otros. De proyectos de energías renovables, de cerámica y madera artesanal, y de mercadillos solidarios, todo ello una realidad como vía de integración social. De utópicos-realistas como Pepe Bravo que en vez de "forrarse" con la venta de sus propiedades, las destinaban a acoger a quienes se encontraban en graves dificultades. De compromisos tan fuertes que no dependen de una nómina o de un trabajo, dispuestos a llegar a la huelga de hambre si las injusticias burocráticas de este sistema impedían proseguir este hermoso proyecto.
Imagino que cuando uno anda días sin beber agua y se topa con un oasis con palmeras, la alegría debe ser inmensa. Quizás similar a la que sentimos los que nos vimos tan acogidos ayer. Y no sólo por la maravillosa comida que preparó Milagros para nosotros, el té saharaui, los preciosos detalles para las "mamás", las natillas...Sino porque se respiraba espíritu de comunidad. De dar sin recibir nada a cambio. De compartir por el mero gusto de hacerlo. Y estos oasis vale la pena cuidarlos como si fueran Patrimonio de la Humanidad. Por eso creo que debemos hacerlo los que disfrutamos de oasis así: decidiendo optar por sitios así cuando nos apetezca ir a comer con la familia, o pasar un fin de semana alejados del mundanal ruido, o cuando tengamos que realizar compras para la familia o la empresa, o cuando debamos organizar jornadas, cursos o encuentros para nuestras empresas o entidades. Es sólo cuestión de elegir opciones que permitan subsistir estos oasis, en vez de engrandecer a multinacionales sin corazón. Es momento de apostar por oasis con corazón como esta Casa de Pepe Bravo."