jueves, 20 de diciembre de 2012

Una Obra de Arte, con mucho detrás


Teniendo en cuenta la proximidad de estas Fiestas (Natividad~Navidad) y el deseo de ayudar, nuestro amigo y artista Domingo Delgado ha colaborado con la donación de su obra “maternidad gitana”.
No somos unos entendidos en arte, pero la mirada de esta obra no te deja indiferente, más bien todo lo contrario, te provoca una mezcla de impresiones y sentimientos de embelesamiento por la fuerza de los rasgos que presenta, la técnica utilizada, como también por la propia imagen que se expone: Una madre gitana que lleva entre sus brazos a su hijo.
Y es cierto que la vida te lleva de una situación a otra, como si de un fino hilo conductor se tratara. Y siguiendo este hilo en sentido a su origen, revivo aquella comida que con tanto cariño nos ofrecieron las amigas de mi madre en Valverde. Allí mismo, en el club de tenis, surgió la tormenta de propósitos para colaborar con nuestra casa. Y esos propósitos se convierten una vez más en maravillosas realidades que promueven nuestro proyecto por la sinergia de colaboración y apoyo recibidos a través de ellos.
Nuestro también amigo Juan Vázquez, a través de su empresa USISA,  ha sido el promotor de  la edición de las 2.500 papeletas que se pondrán a disposición de aquellas personas que deseen colaborar en este juego de lotería, destinado a recaudar fondos para ayudar a nuestro proyecto. El premio la adquisición de esta magnífica obra, la maternidad gitana.
También otros amigos han colaborado en el proyecto como Mª Teresa de la boutique ASERET, o Mª Dolores de la tienda de calzado MONCA, cediéndonos un espacio en sus escaparates para exhibir la obra de este magnífico pintor, sin olvidar ni por un solo instante a nuestros amigos Rafa, Antonio, Mª José y Rocío, promotores y posibilitadores de la presentación de este nuevo proyecto a través de internet.
A todos vosotros, innumerables personas con las que nos hemos encontrado en el camino de una manera o de otra, como siempre, y en especial en estas Fiestas Navideñas,  agradeceros el regalo de formar parte de nuestro proyecto, y desearos Feliz Navidad en todos los momentos de vuestra Vida.


(Para colaborar en la venta de papeletas para la rifa, llámanos al 647154024 o escríbenos a artedemismanos@gmail.com

Para conocer la obra del artista, pincha AQUÍ)



domingo, 16 de diciembre de 2012

Beneficencia o Responsabilidad Social Empresarial

Asistimos, hace unos días, a una manifestación más del malestar social que inunda nuestras calles y nuestras almas. Esta vez les tocaba el turno a las personas discapacitadas, que se concentraban en Madrid convocados por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) para denunciar el recorte de derechos que vienen sufriendo al amparo de la crisis económica.
Mientras tanto, yo sigo creyendo que se puede hacer algo, y algo distinto, tal y como leía en una de esas citas para las que es difícil acertar con su autoría pero que no por ello deja de tener sentido, “si quieres un resultado diferente, tendrás que hacer las cosas de manera distinta”.
Y sigo aportando mi granito al proyecto de la Casa de Pepe Bravo. Sigo buscando amigos y conocidos que sumen su esfuerzo al resto para contribuir en la campaña de Crowdfunding que montamos con el objetivo de sacar adelante un proyecto para construir un deshidratador solar de frutas y verduras. Y todo esto en un marco más amplio, porque de lo que se trata es de seguir adelante con el proyecto de la Casa de Pepe Bravo, que no es otro que dignificar a las personas en situación de desamparo, dándoles, no solo cobijo, sino también un puesto de trabajo con el que se lleguen a sentir autónomos.
Por eso yo no concibo aportar y retirarme. Por eso sigo insistiendo, buscando alternativas, porque creo que no basta con mi modesta aportación económica. Porque considero que eso es “beneficencia” y no es compromiso.
Y en mi compromiso me lanzo a la aventura de buscar ayudas que muchas de las empresas, sobre todo multinacionales de distintos sectores, convocan anualmente auspiciadas por eso que hoy llamamos RSE. Pues sí, para muchas empresas el ayudar económicamente a un proyecto puntual entra dentro del marco de su política de Responsabilidad Social Empresarial o Corporativa, que también aquí podremos incluir otras instituciones más próximas al ámbito de lo público.
La sociedad les exige estar “comprometidos” y formar parte activa en el desarrollo de la comunidad. Pero esto debe diferenciar la Responsabilidad Social de la caridad, la ayuda social y económica o las donaciones, pues la RSE debe alejarse de las actividades de filantropía, mecenazgo o beneficencia para lograr un cambio en la organización que tenga su reflejo en la misión, la visión y los valores, hasta configurar así la identidad y la cultura de la misma para después transmitirla en la cadena de valor hasta su entorno.
Y sin embargo, bienvenido sea este dinerito, ¿para qué nos vamos a engañar?, con la que está cayendo…Pero, ¿por qué estas empresas o instituciones se quedan ahí;¿Por qué no ven más allá?; ¿Acaso no saben que se puede hacer más?
Pues sí, se puede hacer más. De hecho, el proyecto que queremos financiar no es más que un pequeño salto para salvar las barreras del camino. Lo que de verdad interesa no es que estas personas de la Casa de Pepe Bravo y del Centro Especial de Empleo de Arte de mis Manos, se queden ahí, sino que sean capaces algún día de saltar al vacío de la empresa ordinaria con su paracaídas bien armado, como uno más.
Ya hay empresas que no se han conformado con una aportación finalista a la campaña, ya sea económica o en especies, sino que se han comprometido directamente con el proyecto preguntando qué pueden aportar ellas al conjunto global. Otras empresas e instituciones han mostrado su compromiso para analizar todas las posibilidades de participación utilizando todos los recursos que el proyecto de Arte de Mis Manos pone a su disposición, desde la compra de artículos solidarios en su tienda virtual para sus empleados o para regalos institucionales o corporativos, hasta convocar talleres, cursos o seminarios en la Casa. Y hay hasta quien va más allá y ha sido capaz de descubrir qué puede suponer un proyecto como este para su empresa, comprometiéndose a estudiar, en adelante, las posibles vías que permitan la integración laboral de algunas de las personas del Centro en el seno de su corporación, ya sea directamente o con acuerdos de colaboración.
Por eso lo que pretendemos es concienciar a las empresas, a las grandes y a las pequeñas, de que la Responsabilidad Social, la ética y el compromiso van más lejos que la beneficencia. Que las personas de la Casa y del Centro Especial de Empleo, como los más de 90.000 discapacitados que se manifestaban por las calles de Madrid, no piden más que un trato digno, igual que los sanitarios en las puertas de un hospital o los educadores en los centros escolares.
Y pese a todo, pese al abanico de ayudas y de incentivos económicos o fiscales que nuestro sistema laboral contempla para que las empresas incluyan entre sus filas a personas discapacitadas, o llegar a acuerdos con Centros Especiales de Empleo para poner en marcha enclaves laborales, pese a los esfuerzos en formar y “capacitar” a estas personas, pese al tiempo invertido, pese a la ilusión puesta en un “futuro”, pese a todo ello, todavía son muchas las empresas que no miran en la dirección correcta.
Pero hay que acabar bien, como acaban el día nuestros amigos y amigas de la Casa, agradeciendo todo lo bueno, y por eso, porque es bueno y porque hay que hacerlo, también quisiera acabar dando gracias a esas empresas que se han atrevido a acercarse a nuestro proyecto, a despojarse de la coraza de la competitividad y el afán económico que “nuestro entorno” les exige, y que han sido capaces de “comprometerse a su manera y con sus recursos”, sabedores de que lo que han hecho igual no formará parte nunca de sus memorias de Responsabilidad Social, no podrán, no necesitarán o no querrán “justificarlo”.
Gracias a esas empresarias y empresarios comprometidos, que creen que otro modelo es posible, y no solo porque otro mundo es posible sino que, como decía el economista José Luis Sampedro, otro mundo es seguro.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Toñi y Antonio, protagonistas

Con el ajetreo de las últimas semanas debido a la campaña de crowdfunding, y las idas y venidas de tantos personas que nos han visitado, y tantos eventos en los que hemos estado participando, apenas hemos tenido tiempo para detenernos en los pequeños momentos cotidianos de nuestra casa. Son momentos únicos que tienen un incalculable valor para sus huéspedes, y por eso hoy queremos darles el protagonismo que se merecen.

REINA en este DÍA

Este fín de semana Manyú vino cargada con su maletín de belleza, para preparar a todas las mujeres de la casa. Había preparado ungüentos naturales, maquillajes, exfoliantes, limas…. En fin todo lo necesario.
Toñi fue la privilegiada que comenzó con las sesiones de belleza. Al terminar Manyú con ella le hice una pregunta. Nunca en su vida había recibido tanto: le arregló el cabello, la cara, las manos y los pies.
Gracias Manyú por hacerla reina en este día. Te encargaste de cuidarla y mimarla, de darle lo que en su vida no recibió… Y como resultado una persona feliz de ojos deslumbrantes. Luego pasamos a la sesión de fotografías, en donde posó delante de rincones entrañables de nuestra casa, para compartir con su única hija que vive en Madrid (ver más fotos)


CUMPLEAÑOS DE ANTONIO

El pasado 29 de Octubre Antonio Borrero cumplió sus 51 años. Lo festejamos en casa, a la hora de la merienda como solemos hacerlo,  con un par de docenas de dulces a las que le pusimos las correspondientes velas para celebrarlo. La tarde estuvo salpicada con algunas bromas, entre ellas un pequeño trozo de pastel que fue a parar al semblante del homenajeado (ver más fotos).

sábado, 1 de diciembre de 2012

Un viaje de Alozaina a Bolivia...


...y su palabra se convirtió en una gran realidad

Pepe Bravo siempre, y de forma reiterada durante muchos años, me dijo que aquellas máquinas que se apilaban por cientos en los rincones  de nuestra casa, algún día darían de comer a personas que no tuvieran nada. Y al final, su palabra se convirtió en una realidad tan hermosa, que estuvimos en primer lugar y alrededor de dos meses todos los integrantes de la casa y voluntarios, preparándolo todo para el envío; y luego llorando de emoción durante días al comprobar los resultados.
Recuerdo, cuando todavía él estaba en el hospital, que recibió una llamada de nuestro gran amigo Carlos de la Fuente. Se necesitaban urgentemente máquinas de coser para un taller que se quería montar en Oruro, con el objeto de sacar a un grupo de madres e incluso a sus hijos, de las minas de esmeraldas donde trabajaban en unas condiciones infrahumanas. Entonces, toda la maquinara de la ilusión y de la espera de muchos años comenzó a moverse, y en vida prometió que sería él mismo quien montaría los talleres allí en Bolivia, como tantas veces lo había hecho en España con las cooperativas textiles, sobre todo de mujeres.
Después se marchó a otro plano, pero aquella promesa continuaba creciendo y cogiendo forma, y siempre con el apoyo de su familia. 
A través de Eloína, la presidenta de la federación de Niños del Mundo y  promotora de este proyecto, llegaron unos voluntarios desde el norte de España para tomar la decisión del envío. El reto, sin Pepe, era bastante difícil porque…… ¿Quién podría poner a punto las máquinas, polvorientas y apiladas desde hace tantos años, cuando incluso muchas de las empresas que la fabricaban habían desaparecido, para encontrar los repuestos de determinadas piezas?, ¿Quién sería aquel que montaría la instalación, o incluso más difícil, enseñaría a las mujeres a trabajar con unas máquinas industriales?; ¿Se  podía encontrar en una país sin tradición textil un mecánico para el mantenimiento del taller? . Primero comenzamos a buscar mecánicos por la zona, conocidos de  Pepe, pero el trabajo fue en vano. Finalmente desde la Federación que preside Eloína, se encontraron todos los recursos humanos y económicos, para hacer llegar el porte a su destino: Oruro
Entonces, con la ilusión del sueño de Pepe en nuestros corazones, comenzamos a moverlo todo. Cientos y cientos de máquinas, motores, piezas…… pasaron por nuestras manos, las limpiamos y paletizamos; incluso nuestro amigo Pedro con su máquina, nos tuvo que ayudar a trasladarlo todo al camión que debía hacer los portes hasta Cantabria, para desde allí y vía marítima llegar hasta Bolivia.
Y cuál no sería nuestra sorpresa cuando en pocos meses recibimos las fotografías de las máquinas  ya preparadas e instaladas en su taller, con su mecánico correspondiente, y con aquellas mujeres sonrientes trabajando y sacando su producción. Curiosamente, el primer pedido que les hicieron fue el de aquellos monos azules de trabajo que Pepe siempre llevaba. 

Y para quien quiera creer, ¿acaso esto no era una prueba más que notoria de que la voluntad, en este caso su voluntad, MUEVE MONTAÑAS?

(Ver más fotos AQUÍ)